jueves, 23 de junio de 2011

y ¿QUÉ PUEDO HACER POR TÍ?

Hanztak parte II
En la escuela en la que iba, que es también trabajo de mama, trabajaba también una maestra, esposa de un antiguo vecino nuestro que tuvimos durante nuestra estadía en el fovissste. El aparte de que no conocía ni sabía nada acerca de Dios, escuchaba y tocaba música pesada pero como lo dije antes solo ocurrió para gloria de Dios porque fue precisamente él quien fue a mi casa, me hizo oración y sobre todo me platico sobre su vida.
A partir de allí mi vida dio un ligero, radical e inesperado cambio y fue más fuerte aún después de un retiro por parte de la comunidad a la que pertenezco en la que sucedió algo realmente impresionante, estaba yo en plena oración con mis ojos cerrados cuando sentí un escalofrío recorrerme por completo, pero de una manera diferente no lo sentí ni subiendo ni bajando por mi espalda sino más bien bajando por todo mi cuerpo por dentro y por fuera, en ese momento no supe que había sido eso pero ahora sé que fue el espíritu santo descendiendo en mi.
En eso momento abrí los ojos y vi el mundo de una manera diferente o más bien como realmente siempre fue y nunca tuve la capacidad de verlo porque mi pecado y mi humanidad me cegaban; en ese momento una venda cayo de mis ojos, fui liberado de una de mis tantas ataduras.
Tiempo después tuve que pasar por mi primer desierto espiritual en el que yo sentí que Dios me había abandonado completamente porque yo le hablaba, le reclamaba, le pedía, le suplicaba pero no veía respuesta alguna. Pero no recordaba que Él no solo es Dios sino que también es Padre y un Padre o una Madre jamás abandona a un hijo y que aunque así fuese el jamás lo haría o al menos eso fue lo que me prometió y fue de nuevo en una oración que Dios me hablo a oído y me dijo “Con amor eterno te he amado, no tenga miedo Yo te he formado, te he llamado por tu nombre, TU ERES MIO  en ese pequeño respirar, en ese abrir y cerrar de ojos recordé que Él me vio a mi cuando nadie me vio, que me amo a mi cuando nadie me amo que Él me dio nombre, que desde el momento en el que yo lo acepte Él me tomo, y me puso dentro de su corazón.
En ese momento sonó una canción que decía Dios manda lluvia y esa canción me cayó como realmente como lluvia en ese gran desierto que había pasado pero que acababa de terminar.
Y me di cuenta de que poco a poco Dios me había ido formando porque Él es el  gran alfarero y yo soy simple barro, que Él había logrado cambiar muchas cosas de mí, mi forma de ser, de actuar, de pensar y hay que ver que para cambiar la manera de pensar de una persona, bueno es más fácil llegar a la luna. Pero para el nada es imposible porque su poder es infinito, su divinidad única y su omnipotencia eterna.

Poco después de eso empecé a dar mi servicio como un tipo de guía espiritual y en conjunto a eso empezaron los ataques y las batallas espirituales más grandes. Entonces me suavice pensé que y la había librado y entonces aquel espíritu inmundo que parecía ya hacía mucho el señor había expulsado de mi regreso fue solo durante unas horas pero a mí se me hicieron siglos porque bien dice la palabra “el espíritu que es expulsado anda por el mundo y al no encontrar reposo dice regresare a mi antigua casa (la persona de la cual salió) y al encontrar todo en orden se va pero para regresar con otros siete espíritus perores que el y la persona acaba peor que al principio” y todo eso me sucedió precisamente en un retiro al que asistí organizado por un monje de la orden de san Benito (benedictino) que además era sacerdote y exorcista.
Al demostrarme renuente durante todo el retiro incluso durante al celebración Eucarística mi única opción o más bien de mis padres fue llevarme para que me hicieran una oración de liberación al finalizar el retiro y a partir de ahí se avivo mas en mi la idea o más bien la vocación para hacerme o convertirme si es el plan de Dios en liberador.
Y tal vez es solo una parte de mi vida en este mundo pero en realidad es toda mi vida yendo de la mano de Dios que en realidad es la única parte de mi vida que he esperado aun sin saberlo, porque una vez que conoces a Dios tu vida cambia y da un giro realmente brusco, doloroso, a veces largo, a veces corto pero siempre acaba siendo algo hermoso porque Él nos creo con un propósito pero aceptarlo y llevarlo a cabo depende muchas veces de nosotros porque la libertad que Dios nos dio es incondicional y es algo que, ni siquiera Él mismo pasa por alto y a pesar de cómo seamos y todo lo que hayamos hecho Él nos ama y está dispuesto a rescatarte y ayudarte simplemente hace una pregunta.
¿Qué quieres que haga por ti?
                     


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